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Conclusión

 

Puesto que medir en un acto difícil y complejo, que requiere del alumno practica y soltura en los procesos de clasificación y seriacion, parece interesante que los niños tengan desde muy pronto la oportunidad de encontrar en su medio ocasiones que les pongan en contacto con las magnitudes físicas, aunque inicialmente este contacto se lleve a cabo de una manera intuitiva, explorando con los sentidos.

 

Consecuentemente, el alumno debe encontrar en el entorno de la clase materiales apropiados, estructurados o no, cuya observación y manipulación le suministre datos, tales como sus atributos; sin ellos sería imposible levantar un armazón matemático tan complejo como el que requieren las magnitudes. Se consigue, así, que el alumno establezca relación entre los objetos y las acciones, que observe semejanzas y diferencias, para que, en definitiva, pueda construir el conocimiento lógico-matematico.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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